Vivimos corriendo.
Pensando en lo que viene.
Cargando con lo que pasó.
Pero… ¿y el ahora?
Mindfulness el arte de estar presente.
Es una invitación a detenernos.
A respirar.
A estar presentes en este instante, sin juzgarlo.
Sin querer cambiarlo. Solo vivirlo.
La palabra “mindfulness” se traduce como atención plena.
Significa poner todos nuestros sentidos en lo que está ocurriendo, aquí y ahora.
Sin distracciones.
Sin piloto automático.
No es una moda nueva.
Tiene raíces en prácticas milenarias del budismo.
Pero hoy, la ciencia le ha dado su lugar.
Y los beneficios están comprobados.
Mindfulness significa atención o conciencia plenas (del inglés, mind mente y fulness, plenitud). Así, actualmente hace referencia al hecho de ser consciente y estar atento al momento presente.
¿Para qué sirve?
Para reducir el estrés.
Mejorar la concentración.
Dormir mejor.
Y conectar con uno mismo de un modo más profundo.
El Mindfulness se basa en la meditación Vipassana.
Se encuentra científicamente comprobado que la meditación produce efectos muy positivos a nivel neurológico, con cambios en las conexiones neuronales de nuestro cerebro, generando así una mayor neuroplasticidad, conexiones diferentes entre las neuronas e incluso, la formación de nuevas neuronas en el cerebro.
Muchos dicen que el Mindfulness es la forma en la que se ha occidentalizado la meditación, dado que para realizarla, no es necesario tener una vida zen ni ermitaña, con ejercicios de pocos minutos ya se pueden comenzar a advertir las mejoras.
¿Cómo se practica?
Este «arte de estar presente» se oractuca con ejercicios simples.
Por ejemplo, observar la respiración.
Sentir el cuerpo.
Escuchar los sonidos.
Comer con atención.
Caminar sintiendo cada paso.
No se trata de dejar la mente en blanco.
Ni de “no pensar”.
Se trata de observar los pensamientos…
Y dejarlos pasar.
Como si fueran nubes en el cielo.
La práctica de mindfulness entrena al cerebro.
Ayuda a regular las emociones.
A responder, en vez de reaccionar.
A vivir con más calma.
Más claridad.
Más compasión.
No necesitás horas.
Podés empezar con cinco minutos al día.
Lo importante es la constancia.
Mindfulness es volver a casa.
Volver a vos.
Volver al momento presente, una y otra vez.
Porque al final…
El único momento que realmente tenemos,
es este.