El Coaching de vida tiene diversas características; la principal es que se trata de una interacción concreta, que se focaliza en conductas del cliente o “Coachee” que éste desea mejorar.
El Coach utiliza un lenguaje que obliga a la persona que a ser específica, centrará la conversación en los aspectos objetivos y descriptivos de la meta a lograr. Otras características del Coaching son las que se detallan a continuación:
Algunos términos clave en el Coaching de vida
- INTERACCIÓN: En este tipo de conversaciones se intercambia información con absoluto compromiso de ambas partes.
- RESPONSABILIDAD COMPARTIDA: Coach y Coachee son responsables para trabajar juntos en la finalidad prefijada; uno mediante la escucha activa, feedback y preguntas poderosas, el otro mediante la reflexión, compromiso, planificación y acción.
- FORMA ESPECIFICA: La meta de la sesión está claramente definida y el flujo de la conversación implica una primera fase en la cual se amplía la información, para luego focalizarla nuevamente en aspectos específicos de la meta a alcanzar.
- RESPETO: El Coach comunica en todo momento su respeto por la persona del Coachee.
Formato y características del Coaching de vida
Todos los días nos surge la necesidad de afrontar problemas, alcanzar metas, definir objetivos o buscar soluciones; muchas veces nos desanimamos y mejorar nuestra situación nos parece un callejón sin salida.
Una alternativa cada vez más utilizada es la de contar con los servicios de un Coach de vida o coach personal. Las conversaciones de Coaching nos permiten trabajar sobre el tema que nos preocupa y así encontrar nuevas herramientas para arribar a las soluciones buscadas, desarrollando la creatividad, aprendiendo a auto motivarnos y generando estados de ánimo que nos predispongan a la acción.
El Coach no asesorará ni aconsejará, pero escuchará con atención y hará preguntas poderosas para que la persona se de cuenta por sí misma/o de cuáles podrían ser los diferentes caminos para afrontar el tema que le inquieta. Esto es lo más valioso del Coaching ya que, en una o varias conversaciones, la persona encuentra sus propias soluciones y eso es lo que lo hace efectivo.
A diferencia de la terapia, aquí no se trata de ahondar en las situaciones conflictivas del pasado, sino en descubrir nuestro potencial y nuestros recursos en el presente para así tener un futuro mejor.
Macroacuerdo de Coaching
Previo a iniciar una conversación de Coaching -ya sea en coaching de vida o cualquier otra de sus variantes-, se requiere de un acuerdo entre ambas partes –Coach y Coachee- a fin de cerciorarnos de que está comprendida la función y los alcances de la actividad del primero, así como el compromiso del segundo.
El acuerdo iniciará con una breve explicación sobre en qué consiste dicha metodología. Es recomendable indicar que el Coaching no es Psicología y Mentoría y, si es posible, detallar las diferencias–suele haber confusiones al respecto-; los deberes y responsabilidades del Coach así como los deberes y responsabilidades del Coachee.
Tras esta explicación general, se especificarán las cuestiones que caracterizan al servicio que se ofrece, por ejemplo:
- Los objetivos, esto es lo que se pretende conseguir con el proceso;
- Los tiempos. Conviene especificar tanto la duración de la sesión como el número de sesiones contratadas o bien indicar unos plazos mínimos y máximos;
- Las tarifas;
- Las modificaciones. En Coaching, es habitual que haya cambios conforme se van sucediendo las sesiones. Lo que se prevé en un principio puede dar un giro cuando los Coachees se dan cuenta que necesitan más tiempo del contratado inicialmente, o incluso cuando se percatan que el objetivo que tenían en mente no es lo que realmente quieren alcanzar. Por estos motivos es importante que el acuerdo contemple esta posibilidad.
Luego de este macro-acuerdo, se dará inicio a las siguientes etapas del proceso a través de conversaciones de Coaching.
Crear conciencia coaching
Un aspecto fundamental a considerar el proceso de Coaching de vida es precisamente el crear conciencia. El Coach debe estar capacitado para integrar y evaluar varias fuentes de información y así ayudar al cliente a ser consciente, manejar aspectos diferentes a los que había considerado hasta ahora para obtener los resultados pactados.
El Coaching, además de ser una herramienta eficaz para obtener mejores resultados en la vida, genera conciencia de nuestras fortalezas para poder avanzar.
El primer paso para avanzar es tener conciencia de lo que se desea mejorar, para después poder desarrollar estrategias que permitirán abordar esos puntos concretos.
Las conversaciones de Coaching constan de preguntas y respuestas. El Coach, le hace preguntas al cliente/coachee para indagar en aquellos aspectos que desea mejorar y metas que desea lograr así como estrategias encaminadas a cumplir esos objetivos.
La característica peculiar de esta herramienta es la neutralidad del Coach quien, con la ayuda de preguntas poderosas, llevará al Coachee a descubrir por sí mismo su camino, en una autonomía absoluta.
Si bien el proceso de Coaching consta de diferentes fases y diversas características, el eje central radica en que las preguntas que se hagan tengan fuerza.
Las preguntas deben de ser abiertas, sencillas y concretas, nunca deben ser dirigidas ni sujetas a suposiciones del Coach.
Hacer pensar a una persona es la clave para conseguir objetivos y progresar. El arte de pensar y el arte de hacer pensar, sencillamente, eso es el Coaching.
Por tanto, el Coaching es una herramienta que ayuda a generar conciencia, un arte que ayuda a las personas a encontrar su camino y a progresar consiguiendo objetivos que ellos mismos se marcan.