Toda crisis es una oportunidad

Nunca pensamos que el 2020 sería un año así ¿cierto? La pandemia de COVID 19–de diferente manera- ha causado estragos en todas partes y a todas las personas, de modo que no resulta sencillo pensar aquí que toda crisis es una oportunidad.

Muchas personas han perdido seres queridos, otras, han sufrido una gran debacle económica, en fin la lista sería grande, cada uno ha tenido que hacer lo mejor posible con lo que le ha tocado en suerte ¿no?

Pero, como dice el título de este artículo: toda crisis es una oportunidad, de modo que, tratemos de hacer algo positivo aún de este momento tan difícil que estamos viviendo.

Por supuesto que no está destinado a quienes estén transitando un duelo, pues va de suyo que los casos extremos deben manejarse de una forma diferente.

Me refiero al resto de las personas, quienes hemos perdido la libertad de transitar por las calles, de poder tener salidas de ocio, poder viajar, visitar familiares, amigos, conversar con nuestros compañeros de trabajo y vecinos.

Me refiero también a los temores e incertidumbres que esta situación nos genera, día tras día, mes tras mes, sin solución aún a la vista.

Entonces ¿cómo hacer una oportunidad de esta crisis?

Te daré tres pequeños pero poderosos consejos para que apliques en momentos que te encuentres solo y tranquilo/a para practicar pequeños ejercicios. Lleva papel y lápiz.

Consejo número 1

Lo primero que voy a sugerirte es que te sientes a reflexionar y pienses qué puedes aprender de todo esto. Si hacemos una buena introspección, siempre que atravesamos una experiencia importante se nos genera un cambio significativo, no necesariamente es un aprender, pero sí o sí es un darnos cuenta.

Por ejemplo, muchos advertimos ahora lo felices que éramos y no valorábamos, o nos lamentamos que antes dedicábamos tanto tiempo a trabajar, que no visitábamos con frecuencia a nuestros familiares o amigos, o postergábamos salidas por simple pereza.

Hoy, sentimos de una forma diferente, esta experiencia de distancia con los afectos y la falta de libertad ambulatoria ha dejado su huella.

Analízate detalladamente y, de seguro, encontrarás tu propio aprendizaje. Es más, muchas personas, después de atravesar situaciones adversas importantes, sienten que ya no son la misma, que han crecido como seres humanos.

Por eso, insisto, tómate un tiempo de reflexión y contesta a esta pregunta: ¿Qué he aprendido o cómo me ha transformado esta experiencia? ¿Para qué me ha servido pasar por esto?

Consejo número 2

Un segundo consejo que me atrevo a darte es que cuides en todo momento las palabras con las que te hablas a ti mismo/a. Muchas personas quizás no sean conscientes del lenguaje que usan en su día a día, pero es importante tener presente qué tipo de palabras utilizamos tanto con los demás como en nuestro diálogo interno. Puede que ese lenguaje sea derrotista y crítico: “siempre pasa lo mismo”, “nunca es suficiente”…

La Programación Neurolingüística pone de relieve el poderoso efecto que tienen las palabras y nuestras creencias en nuestra manera de sentir y actuar. Es importante que pongamos en palabras lo que sentimos, ya que expresar con palabras nos ayuda a conectar con nuestras emociones, comprenderlas y gestionarlas.

No es necesario compartirlo con otros si no lo deseamos, pero sí con nosotros mismos, tanto mejor si es por escrito, para así tener que expresar nuestro pensar y nuestro sentir con mayor precisión. Así, el lenguaje constructivo nos predispondrá a actuar y solucionar nuestros problemas.

Consejo número 3

El tercer y último consejo de este post es quizás, el más importante: mira el futuro. Es interesante que hagamos una reflexión en esta dirección, valorando si queremos cambiar en algo nuestro modo de comportarnos, de pensar, de relacionarnos, o de vivir a partir de ahora. Por ello te propongo un nuevo ejercicio: escribe cómo será “TU NUEVO YO”, qué objetivos, modo de vida, prioridades e intereses tendrá.

En un momento de tanta incertidumbre irnos un poco al futuro nos prepara para planificar cosas y ser positivos. Si sientes que te resulta difícil, prueba con realizar prácticas de visualización, meditación o mindfulness, suelen dar muy buenos resultados.

¡Te deseo muy buena suerte en tus ejercitaciones!

¡Hasta la próxima!

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